Servicio a Domicilio
-Pizzeria la 7° Castaño. Buenas
noches en que podemos servirle.
-Eh… sí. Quisiera ordenar una
pizza hawaiana mediana con una orden de papas a la francesa grandes.
-Puedo ofrecerle algo de tomar.
No gracias, estamos bien.
-Me proporciona su dirección por
favor.
-Claro.
-Su pedido estará…
El cliente colgó antes de que la
chica que le atendía terminara de recitar su frase protocolaria de llegamos en
treinta minutos o es gratis. Hizo un gesto y paso la orden a la cocina.
Cinco minutos después el
repartidor conducía lo más rápido que el tráfico de Árbol Viejo se lo permitía,
la hora pico en la intersección de Roble Continental y Castaño eran siempre la
parte más difícil, pero afortunadamente un par de minutos después se encontraba
en la dirección que le habían proporcionado.
Pero debía de haber un error, la
dirección exacta era un terreno baldío donde alguien había clavado una estaca
con el supuesto numero de la vivienda pintada en grandes letras rojas. Del lado
derecho el complejo residencial se encontraba con el estacionamiento totalmente
a oscuras y ni una sola alma parecía andar por allí. Y nadie parecía estar en casa,
pues las luces de las casas adyacentes se encontraban apagadas.
El repartidor soltó un suspiro de
molestia y se disponía a montar nuevamente la motocicleta cuando un cartel de
la pizzeria pegado en la pared de la vivienda de la izquierda le hizo detenerse.
Era un cartel de la pizzeria común y corriente, pero tenía a su lado lo que
parecía imitar un precario timbre de puerta; una flecha pintada con spray azul
lo señalaba.
Con desconfianza el joven comenzó
a acercarse y tomo el aparto con la mano que tenía libre. Presiono el botón y
espero. Tras casi un minuto finalmente estaba a punto de darse media vuelta
para volver a la motocicleta y marcharse sintió como lo tomaban del cuello.
Lo último que escucho fueron los
huesos de su cuello al romperse.
-Pastelería granjero Vincent.
Desea una reservación o prefiere nuestro menú de servicio a domicilio.
-Suena bien el servicio a
domicilio, mis invitados llegaran hasta pasado mañana, pero prefiero ordenar
con antelación. La carne se descompone bastante rápido y los pasteles se
arruinan.
-Bien dicho. Entonces, que desea
ordenar caballero.
-Un pastel de carne para cincuenta
personas, además una fuente de empanadas y cinco docenas de galletas dulces.
-Algún tipo de carne en específico.
Nuestro chef ha recibido materia prima de calidad esta noche.
-Fruta prohibida. Sorpréndanme.
-Repartido de Pizza y una virgen.
-Suena delicioso. Creo que
ordenare de ambos, si no hay inconveniente.
-Por supuesto que no, nos encanta
complacer al cliente y nuestro servicio a domicilio siempre es de calidad.
-En ese caso, quiero estrictamente
el corazón y los pulmones del repartidor en el pastel, para las empanadas que
el chef utilice lo que le parezca conveniente de la virgen.
-De acuerdo. Algo más que podamos
ofrecerle.
-Si. Sabe que olvide las galletas.
Quiero que serían cinco docenas de rosquillas con el glaseado especial de
cerebro.
-Muy bien le notificaremos cuando
su pedido esté listo, por lo que le pedimos se mantenga atento a su teléfono
durante las próximas cuarenta y ocho horas.
-De acuerdo.
-Muy buenas noches y
gracias por su compra.
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