Ríe… solo ríe
Todo
comenzó una tarde de verano. Me encontraba viendo una película de terror en el
ordenador como era mi costumbre. El cartero llego al porche de la casa y dejo
un paquete, pause la película para salir por el paquete; se trataba de un CD,
leí la nota y vi que se trataba de mi viejo amigo Ed, de quien no había tenido
noticias desde que comenzaron las vacaciones, pero lo que me extraño fue la
escritura, parecía que Ed había tenido un mal rato mientras lo escribía, esto
fue lo que escribió: Tom ya no lo soporto, tuve que deshacerme de esto, espero
que lo hagas por mí y pronto, pues ni siquiera me dejan salir, vienen por mí y
si no lo destruyes también irán por ti, no puedo hacerlo, hazlo tú, destrúyelo
y no lo mires porque es lo que ellos quieren, ni siquiera lo mires solo
destrúyelo, pero pronto, de lo contrario vendrán por mí y talvez también irán
por ti, solo destrúyelo, por favor. Ed.
Cuando
abrí la caja vi un disco sin serigrafía, lo que es más la caja ni siquiera
tenía una caratula, por lo que deduje que Ed debió haberlo conseguido por ahí,
pero no me desilusione. Revisando la otra cara del disco vi que tenía una
escritura en permanente azul: “Ríe… solo ríe”.
No
espere más, supuse que se trataba de un film de terror así que corrí a mi
cuarto y coloque el disco abruptamente. Abrí el archivo y me prepare para asustarme,
aunque soy un fanático del gore a veces no resisto. La pantalla de inicio
presentaba la pista de un circo con una cabeza mutilada y sonriente en el
centro, me molesto un poco esa imagen puesto que era la cabeza de un niño y
parecía mirarme directamente, entonces la cámara comenzó a girar enfocando unos
carros de payaso y una pelota de colores vivos hasta llegar al punto deseado y
un cañón se disparó tiñendo la pantalla de rojo y algunas tripas híper
realistas que resbalaron y formaron las palabras “Ríe… solo ríe” seguidas de
una risa de payaso, finalmente aparecieron las opciones, o mejor dicho opción:
Play Movie, totalmente en rojo.
Me
estaba asustando, pero me convencí de que solo era una película, sin embargo,
ahora considero que oprimir el cursor del mouse fue un error, un error
terrible, pero en ese momento a pesar de la advertencia de Ed no hice caso.
Oprimí el botón, la pantalla se desvaneció de una manera parecida a la
transición de puertas de Power Point. Nuevamente apareció la pantalla del inicio
con excepción de que ahora se encontraba el cuerpo decapitado, sin embargo,
ahora parecía que había una multitud en las gradas, pero no pude notarlo bien,
un payaso paso corriendo llevando la cabeza sonriente como balón de futbol y
volteo tan abruptamente que casi caigo de la silla. Después de eso la película
finalmente comenzó, una inocente música de circo en la introducción me hiso
olvidar un poco aquellas escenas tan retorcidas, pero en el fondo sabía que
debía prepararme para algo malo.
Los
créditos terminaron, solo había unos cuantos nombres que iban apareciendo poco
a poco mientras cañones disparaban confeti sin ton ni son para finalmente
mostrar una ciudad, o mejor dicho la carretera a través de las montañas; la
ciudad aparecía como fondo por debajo. Al principio no parecía que nada fuera a
suceder, pues la imagen se mantuvo así por algunos minutos hasta que finalmente
apareció una caravana en la cual varios payasos de aspecto desagradable iban
arrojando varios objetos hacia la barranca, pero se movían tan rápido que no
lograba distinguir de que se trataba.
¾ Shhht.
La
cámara mostro a un payaso acercándose demasiado al borde mientras el camión
sobre el que iba montado daba un giro demasiado rápido en una curva. El tipo
cayo y el resto de la caravana le paso por encima dejando un completo amasijo
de carne sanguinolenta sobre el pavimento. Me dio un poco de asco y solo dije
“Pobre sujeto”, pero también comenzaba a darme algo de curiosidad, puesto que
aquella carretera me resultaba extremadamente familiar, aunque no sabía por
qué. Pero seguí sin darle importancia y continúe mirando. Hubo un corte por
primera vez.
Poco
a poco la cámara se fue enfocando fuera de una escuela donde un auto de payaso
repartía entradas para un circo.
En
ese momento pensé: “Vaya, Ed sí que debe de estar loco, asustarse tanto solo
por una película de payasos asesinos, además ya mataron a uno, ja, ahora
también me van a salir con que son también payasos suicidas”. Pero como si la
computadora pudiese leer mis pensamientos sucedió algo más, la cara del tipo
que repartía las entradas cambio abruptamente, sus ojos se volvieron negros y
aún más saltones de lo que parecían en un principio, pero a los niños no
parecía importarles, de hecho, ni siquiera a los adultos, aun cuando el cielo comenzó
a nublarse y una lluvia roja caía.
Me
estaba aburriendo, pero nuevamente la computadora pareció leer mis
pensamientos; uno de los niños pregunto al tipo vestido de payaso:
¾ Que haremos para divertirlo.
¾ Solo espera-respondió el payaso.
Parecía
como si acabara de contar un chiste, el niño comenzó a reírse y reírse, aunque
nadie parecía darse cuenta. El payaso le siguió con aquella risa hasta que
finalmente se detuvo abruptamente, se inclinó hacia el niño y le dijo:
¾ Eso es, ríe… solo ríe.
Y
acto seguido el payaso alzo su mano y atravesó el estómago del niño sacando su
intestino grueso. Aquella imagen me dio asco, pero sobre todo me perturbo un
poco, el niño seguía riendo y parecía disfrutar aquello, porque aun con la
sangre brotando de si grito:
¾ Mas diversión, ¡DALE MÁS DIVERSIÓN!, ¡DIVIÉRTELO! ¡¡ESTO ES
MUY DIVERTIDO!!
Me
pareció que el niño en realidad no sabía que era lo que estaba pasando, incluso
pensé que lo habían drogado, pero me convencí de que solo eran efectos
especiales, así que continúe viendo la película. El tipo vestido de payaso dejo
caer al niño que probablemente había muerto tras dar aquellos alaridos y ahora
se encargaba de retirar su hígado, pensé que lo lanzaría lejos, pero no, de
hecho, comenzó a devorarlo haciendo un ruido tan asqueroso que por un momento
sentí que iba a vomitar, moví un poco el cursor para ver cuánto duraba aquello,
pero no pasó nada, sencillamente otra vez el payaso se dirigió hacia mí.
¾ No desesperes, observa.
El
tipo se acercó a un niño y le tendió el boleto, supuse que el chico lo tomaría,
pero en lugar de ello solo se lo quedo viendo y pregunto al payaso:
¾ Yo también pudo reír.
Me
asombro la inocencia de su voz, posiblemente eran actores muy bien pagados para
desarrollar aquella labor; el payaso solo le sonrió mostrando la boca toda
manchada de sangre y le contesto:
¾ Claro que sí, solo tienes que pedirle a mami que te deje ir
esta noche al circo.
El
niño sonrió y tomo la entrada pegajosa de sangre que el payaso le tendia.
¾ Mi trabajo aquí está hecho.
Dijo
el payaso una vez que el niño se alejó corriendo. Después solo se mostró el
circo desde lejos y la cámara comenzó a avanzar hasta atravesar una pesada
cortina negra. Había bastante gente dentro del circo, desde adultos hasta
niños. Una pesada voz anuncio la tercera llamada y las luces se apagaron, pero
al instante se encendió una hilera horizontal de luces de neón sobre la carpa
que de inmediato comenzaron el descenso hacia el público. Por fin los gritos
comenzaron, en aquella fila de gradas solo había adultos quienes al darse
cuenta de que aquello era un afilado péndulo trataron de correr, pero al
parecer había algo en sus asientos que se los impidió y paso lo que tenía que
pasar, varios de ellos fueron partidos a la mitad limpiamente por la afilada
hoja, mientras los sobrevivientes solo veían con horror los cadáveres y como
afilados clavos comenzaban a perforar sus pies mientras otro bloque de afiladas
puntas de metal descendía desde la carpa.
Una
mujer gritaba pidiendo piedad mientras los niños solo miraban muertos de la
risa como sus padres era mutilados poco a poco. Finalmente, la plataforma
ascendió abrupta mente, los sobrevivientes suspiraron aliviados, pero en la
misma décima de segundo la plataforma cayo pesadamente sobre todos. Un payaso
subió haciendo malabares a la plataforma mientras los niños aplaudían
estrepitosamente.
- ¿Quién quiere obsequios? -pregunto el tipo con una voz
chillona.
Los
niños gritaron “yo” al unísono mientras dos arlequines subían a la plataforma
sosteniendo dos enormes cuchillos; la plataforma se comenzó a elevar
nuevamente. Los arlequines aprovecharon para comenzar a cercenar piernas,
brazos, manos, dedos, orejas y cabezas que lanzaron hacia los niños.
En
ese momento ya no resistí y vomité al lado de mi silla. Los niños parecían amar
aquellos tétricos obsequios, incluso dos de ellos comenzaron a golpearse solo
por obtener la cabeza perforada de un hombre a la cual finalmente terminaron
saliéndose los sesos debido a que el chico que la tenía la uso como escudo para
frenar los golpes de su compañero. Parecía que esa escena no iba a terminar,
pero repentinamente uno de los niños grito “arriba”, entonces la cámara volvió
a enfocar la plataforma de púas, el payaso sonreía complacido pues una
plataforma más lo esperaba, pensé que se repetirá lo mismo, pero no, las púas
de la segunda plataforma se contrajeron y el payaso comenzó a ser aplastado
mientras los niños volvían a gritar eufóricos de felicidad.
Pensé
en quitar el CD en esa parte. Del cuerpo del payaso solo quedo un amasijo
sanguinolento de carne y huesos mientras un ojo rodo fuera y cayó rodando hasta
el centro de la pista. Pero la curiosidad pudo más que el miedo, así que
continúe.
Uno
de los niños corrió para alcanzar el ojo del payaso, el cual quedo viendo
fijamente a la cámara hasta que fue pisoteado por otro payaso y se inclinó para
decirle al niño: “Ríe… solo ríe”. El niño obedeció y salió corriendo de nuevo a
las gradas donde una niña abrazaba un brazo como si de un oso de peluche se
tratase.
El
payaso miro hacia las gradas complacido y después volvió a mirar hacia la
cámara repitiendo exactamente la misma frase, pero como si me lo dijera a mí,
sin embargo, otro payaso lo decapito rápidamente con un hacha dejando el lente
de la cámara salpicada de sangre negruzca que rápidamente fue limpiada por la
mitad de una mano. Me arrepentí en ese momento de haber puesto el CD, ahora ya
no tenía duda de que aquello era real, presione el botón para expulsar el CD,
pero nada sucedió, tenía miedo de levantar la cara hacia el CD, pero el sonido
se había detenido, pensé simplemente que la película había terminado, pero
cuando levante el rostro un payaso miraba directamente a la cámara con el
índice sobre su dedo, se mantuvo así durante aproximadamente diez segundos más
y finalmente dijo:
¾ Sshhht, es un secreto.
Yo
no sabía qué hacer, los créditos comenzaron a aparecer y yo me encontraba a
punto del vómito otra vez, pero una vez que me recupere puse pausa y salí
corriendo al teléfono. Quería preguntarle a Ed donde había conseguido aquello,
y por qué me lo había mandado a mí en lugar de hablar con la policía.
Para
mi sorpresa me respondió su madre y se me helo la sangre cuando me dijo que Ed
estaba desaparecido desde hacía varios días, y que el ultimo día que lo vio
habían ido a la policía a denunciar que mi amigo había encontrado una película
snuf, pero que al revisarla no encontraron nada a pesar de que Ed insistía que
había payasos y niños asesinando adultos dentro de un circo, y que finalmente
había salido huyendo cuando estaban a punto de llamar a un médico. Pero que lo
más extraño fue que al revisar su cuarto solo encontraron escrito en una pared
“Ríe… solo ríe”.
Colgué
el teléfono de golpe y regresé a mi habitación. Inexplicablemente la ventana de
mi correo se encontraba abierta y había un mensaje nuevo con el asunto: “Te
encontré” y un archivo adjunto titulado ed.jpg. Tarde decidiendo si descargar
la imagen o no, pero finalmente me decidí. En ella aparecía nuevamente la pista
del circo con una cabeza sonriente en el centro, solo que ahora había un letrero
que rezaba: “SSHHH, es un secreto, pero ríe… solo ríe”.
Creo
que quiere decirme algo, voy a destruir este maldito CD y alertar a todos. Si
ese maldito circo llega a tu ciudad y logras entrar ríe... solo ríe, esa debe
ser la clave para sobrevivir.
Pero,
aun así, siento que ya no soy dueño de mi vida, como si esa maldita película se
hubiera llevado mi alma, ya no sé qué es real y que no, todo me recuerda esas
grotescas escenas, ¡¡YA NO LO SOPORTO!! No sé qué hacer.
Por
favor, ayúdanos.
Sácanos… de aquí.
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