Asesinos Inteligentes. (E.M. 2)
“Es más fácil
engañar a la gente, que convencerlos de que han sido engañados”.
Mark Twain
Estaba… Ahora que
lo pienso donde estaba. Dijo algo y yo también, pero que fue lo que
dije, y mejor aún que fue lo que dije yo.
Estoy ahora en medio
de mi habitación, pero de donde fue que saque el bate de béisbol,
yo no tengo ninguno en casa y dudo que haya tenido tiempo de ir a
comprar alguno.
Quien soy. Todo esto
parece tan irreal.
Agua, tal vez un
poco de agua es lo que necesito para calmar mis nervios y poner en
orden mis pensamientos. Me dirijo a la cocina y sin más me bebo dos
vasos rápidamente, pero lejos de aclarar mis pensamientos esto me
resulta familiar. Algo me dice que debo mirar por la ventana. No lo
dudo ni un segundo y aparto las cortinas. Ellos corren por todos
lados mientras los demás los persiguen incansablemente y los
destrozan. No sé qué hacer, no sé qué motivo tienen para hacer
eso.
Me dirijo a la sala
y enciendo el holo visor. La cadena noticiario de Nueva Pangea ocupa
todos los canales esa mañana informando incansablemente sobre los
Asesinos Inteligentes.
Se a quienes se
refieren, muchas compañías habían dado varias ruedas de prensa
sobre esto, previendo y temiendo que aquello ocurriría, entonces por
fin lo recuerdo. Ellos vinieron y comenzaron a tratar de acabar con
nosotros, no sé dónde este el resto de mi familia, ni siquiera sé
si están a salvo. Solo sé que tengo que salir de aquí.
Me dirijo a mi
habitación y cojo un abrigo. No sé cuánto tendré que recorrer
para llegar a una zona segura, pero tampoco es como que tenga muchas
opciones de llevar muchas cosas, así que eso es lo único que me
permito tomar además del bate por supuesto y algunas pocas cosas
legras que caben en una vieja mochila.
No me permito
utilizar el ascensor, probablemente lo estén controlando ya. Corro
por las escaleras, sé que no puedo tampoco tomar el auto. Tendré
que salir sin más a la calle y enfrentarme a ellos si es que no se
encuentran ya en la recepción.
Pero… no. No. No.
Que alguien me diga
que esto no está pasando. Mi madre, mi esposa y mi hijo se
encuentran rodeados de otros cadáveres de nuestros vecinos. Sin
poderme contener dejo caer las lágrimas y pocos segundos después
doy rienda suelta al llanto mientras abrazo por última vez a mi
pequeño. Su carita luce tan serena que parece que no ha pasado
realmente nada grave, pero ni siquiera eso me tranquiliza, siento
como comienza a hervir me la sangre en las venas, fueron ellos, lo
sé. Estoy seguro de que fueron ellos los que hicieron esto y tienen
que pagar por ello.
Tras una rápida
mirada a la calle puedo distinguir como algunos se ocultan en el
callejón. Es la técnica más vieja de la supervivencia, pero aun
con toda esa inteligencia que supuestamente poseen no saben nada
sobre nosotros. Si me doy prisa les daré alcance, pero no puedo
dejar aquí a mi pequeño, el necesita dormir junto a su osito o
tendrá pesadillas.
Tan rápido como
puedo regreso al departamento llevándolo en brazos y lo acuesto en
su cama junto a su peluche favorito, me destroza completamente verlo
así. Su cabeza se inflama por el golpe que tiene, seguramente eso
fue lo que lo mato. Después me encargo de arroparlo como lo hago
siempre, solo que esta vez estoy consciente de que será la última
vez que lo hago y después sin poder aguantar un segundo más salgo
por fin a la calle.
Me dirijo al
callejón, al parecer no son tan tonto como creí, pero de algo estoy
seguro y es de que no han ido lejos, esa puerta que parece muy bien
disimulada los delata. Sin perder un minuto voy hasta allí y
haciendo uso del bate finalmente logro entrar. Comienzo a buscar y
finalmente encuentro mi primer objetivo. Trata de huir pero de nada
le sirve, pues rápidamente le doy alcance y haciendo uso del bate me
encargo de que no pueda volver a moverse jamás.
Por encima de mí se
escuchan pasos que resuenan en la completa calma del edificio. Voy
hacia ellos tropezando a mi paso con más cadáveres. Malditos.
Finalmente los
encuentro y ellos comienzan a suplicar, que tipos tan mas extraños,
suplicar después de lo que ellos nos han hecho a nosotros. Qué
derecho tienen. Aquello me enfurece aún más y sin pensarlo golpeo a
todos con el bate, no me importa que se astille, no me importa que
supliquen, tiene que pagar todo lo que han hecho, no me importa que
tengan hijos. Yo tenía uno y ellos lo han matado, no sé cómo lo sé
pero estoy seguro de que así fue.
Termino sudoroso y
contemplo la escena, creo que no deje a ninguno con vida. Pero porque
esto me resulta tan familiar. El bate ha terminado completamente
astillado y mis manos sangran. Sé exactamente a donde ir, pero, por
qué.
En menos de un
minuto encuentro un maletín de primeros auxilios. De igual manera no
pasa tanto tiempo antes de que encuentre un armario lleno de armas.
Sin detenerme a pensar elijo un rifle de plasma alto alcance, allí
también se encuentran una ametralladora automática y un rifle, no
puedo llevarme todo, lo sé además algo de todo esto me suena, sé
que aquellas otras armas no me servirían de nada en absoluto.
Se escuchan
explosiones en algunos lugares… seguramente ellos, seguramente
nosotros.
Se acabó para ellos
no hay nada que puedan hacer ahora, voy a encontrarlos y matarlos a
todos.
No me cuesta
demasiado hacer caer a todos los que se interponen en mi paso, pronto
me encuentro con otros sobrevienes como yo que también desean
eliminarlos a toda costa.
Se nos había
advertido, pero ninguno de nosotros quisimos ver la verdad, ellos
convivían con nosotros y se aprovechaban de nuestra ingenuidad, pero
somos más listos que ellos y finalmente estamos a punto de darles
alcance a todos. Creyeron que su plan iba a dar resultado, pero dos
pueden jugar el juego que ellos decidieron jugar.
Los acorralamos, los
sometimos, los humillamos, los matamos, todo resulta tan fácil, tan
familiar. Que es lo que nos está pasando, de pronto la venganza
comienza a dejar de importarme tanto como hace algunos días. Que
diría mi pequeño si me viera ahora, estoy seguro de que le temería
a su padre.
Que es lo que está
pasando. Ya no puedo dar vuelta atrás.
Hoy perdimos a
varios, pero finalmente hemos descubierto donde se ocultan los
últimos.
Llegada la noche los
rodeamos. Quisieron escapar e incluso trataron de matarnos, pero no
lo lograron. Poco a poco logramos someterlos a pesar de que había
uno en particular que se resistía y en todas las ocasiones trato de
escapar.
Lo hicimos hincarse
a lado de los suyos y comenzamos a matarlos. Yo me encargaría de
este último, la sangre hirviendo en mis venas, el odio y el recuerdo
de mi familia muerta me hicieron arrojar mi arma de plasma lejos y
tomar un bate de aluminio. Lo acerque a la cabeza y fue allí cuando
decidió suplicar:
- Por favor,
déjennos vivir. Somos como ustedes, estamos vivos.
Sonreí antes de
decirle.
- Tu tipo nunca ha
estado vivo. Basura de metal.
Descargue me furia
contra su cabeza, vi como botaban chispas y engranajes, justo como en
la ocasiones anteriores. Volví a hacerme sangrar las manos, pero
finalmente cayo de lado. Finalmente el último de los robots
descontrolados ha muerto. Nueva Pangea vuelve a ser libre.
Estaba… Ahora que
lo pienso donde estaba. Dijo algo y yo también, pero que fue lo que
dije, y mejor aún que fue lo que dije yo.
¿Que? ¿Qué es lo
que está pasando? Porque todo esto resulta tan familiar. Dónde está
mi familia.
Dónde está mi
pequeño, que hago yo con un bate en las manos.
Que es lo que está
pasando aquí. El cielo el día de hoy tiene el color de un holo
visor apagado.
Puede decirme
alguien que coño pasa aquí.
Porque siento que ya
he vivido esto un millón de veces.
…
- Muy bien,
caballeros. La partida que acaban de presenciar es simplemente una
demostración pues el equipo aun debe terminar algunas cosas. Pero
les garantizo que estamos a punto de revolucionar el futuro de la
industria. Hemos desarrollado un algoritmo tan perfecto que hace que
la IA de cada personaje sea tan avanzada, que estos serán capaces
de simular cada reacción o sensación como en la vida real; cosas
como cansancio, hambre, sed. Incluso sentimientos como preocupación,
amor o tristeza. Dándole al jugador una experiencia muchísimo mas
inmersiva y volviendo el entorno sumamente impredecible. Cada
personaje tiene una historia propia, una familia, un trabajo… o
tal vez hasta un oscuro secreto. Serán capaces de tomar decisiones,
entablar amistades o enemistades entre si. Todo sera tan real que
con nuestra brillante Estrategia de Marketing, Invasión en Nueva
Pangea se venderá como pan caliente esta navidad. Se los puedo
asegurar. Habiendo aclarado esto: ¿tienen alguna pregunta?
- Si. Si el
algoritmo es tan perfecto como dice, quiere decir que estos
personajes pueden sentir dolor real, incluso sentir dolor. Entonces
técnicamente, están vivos, ¿no?
- No, no, no.
Son personajes de ficción Ellos creerán que sienten, pero en
realidad no lo harán. Al terminar cada partida todo lo que han
vivido antes pasara a segundo plano y si no es así, qué más da.
Nosotros estamos aquí para hablar de negocios. Los dilemas morales
y éticos dejemos los para los filósofos. Así que, que dicen. Un
millón de copias para empezar.
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